Nuestra realidad
En la entrega anterior hablamos sobre el origen y propósito de la educación, la manera en la que se ha desviado y como están conformados los intereses alrededor del sector educativo dominicano con hincapié en el presupuesto asignado, en esta entrega hablaremos sobre la calidad de la educación dominicana. Al inicio de 1980 la tasa de analfabetismo era de 26.9% en el país para progresivamente ir bajando hasta 7.5% en 2015, tasa que sigue siendo alta al compararse con los demás países de la región, con un desempeño inferior al de Brasil, país que posee una población más extensa y que fue de los últimos en abolir la esclavitud en la región, hecho que afectó negativamente la tasa de alfabetización en su población afrodescendiente.
La tasa de alfabetismo es la base de la pirámide educativa, no podemos aspirar a un gran nivel educativo cuando no existe en una capa amplia de la población la capacidad de leer y escribir en su idioma, se ve altamente limitada la transferencia de conocimiento y la formación de la población.
Si bien el rezago en la alfabetización se le podría atribuir la baja calificación de la educación esto ni es cierto ni corresponde con los hechos, considerando que Brasil que posee un desarrollo del indicador levemente mejor a nuestro país, su desempeño es un poco mejor que el promedio regional en las pruebas de la UNESCO 2006 y 2013, pruebas en donde nuestro país sacó 410 en el 2006 y 448.7 en el 2013, muy por debajo del promedio regional 512.3 en el 2013.
Otro indicador que se puede traer a colación es el ingreso per cápita y su relación a la calidad educativa, ya que chile muestra una calidad educativa muy por encima del promedio regional al mismo tiempo que posee la mayor renta personal.
Como podemos ver siendo Uruguay y panamá poseedores de una renta mayor o parecida a la chilena estos se ven superados y llama la atención el caso de panamá que con casi la misma renta muestra unos resultados muy rezagados en relación a chile, siendo las rentas nacionales y la inversión bruta en educación un indicador poco confiable para establecer una mejora educativa.
En otra prueba internacional en donde se evidencia la baja calidad de la educación dominicana es en el PISA de la OCDE en donde fuimos invitados a participar de las mismas en el 2015, en estas pruebas se evalúa la capacidad de los jóvenes de resolver problemas matemáticos, conocimiento científico y comprensión en la lectura, siendo Singapur, Japón, Estonia y Finlandia los de mejor desempeñó en ese año.
Según la prueba pisa 2015, república dominicana saco 332 en ciencias, 358 en lectura, 328 en matemáticas, dentro de los estudiantes que lograron un nivel excelente en al menos un área solo el 0.1% pero al mismo tiempo 70.7% sacó bajas calificaciones en las tres ramas, lo preocupante del hecho está en que pese al presupuesto educativo haberse multiplicado varias veces en las últimas décadas, una mayoría cualificada presenta un muy bajo desempeño en todas las ramas de la evaluación. Destinar mayores fondos a la educación conlleva elevar los impuestos, disminución de posible inversión y quitarle al dominicano las opciones de elegir la formación que considere apropiada para sus hijos.
Ante esta realidad queda claro que los intentos de apuntalar la educación dominicana bajo un esquema de subsidio a la oferta, donde no existen incentivos claros a la mejora sino la captación de los recursos aportados del fisco, resulta en detrimento de la calidad educativa en general.
Partiendo del hecho que la competencia y la colaboración son mecanismos de mejora continua que se han evidenciado en las instituciones de educación privada y que el empoderamiento de los padres, consagrado en nuestra constitución, sobre la educación de los hijos es un elemento esencial de mejora y uso más eficiente de los recursos, desde Republica libre proponemos el subsidio a la demanda o sistema de vales educativo, sistema elaborado por el premio nobel de economía Milton Friedman y que es aplicado en distintos países y regiones del mundo entre ellos Suecia.
En la siguiente entrega hablaremos de cómo funciona este sistema, de qué forma se estructuraría de acuerdo a la realidad nacional tanto en términos sociales como financieros.