La cruda realidad

Según el índice de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático en la región de américa latina y el caribe publicado por la corporación andina de fomento en 2014, la República Dominicana obtiene el quinto lugar con 1.01 de 10 cayendo en la categoría de riesgo extremo.

Indice de vulnerabilidad al cambio climático 2014 de ALC

De acuerdo al panel internacional del cambio climático en su “Reporte Especial: calentamiento global de 1.5 C” limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius arriba del nivel pre-industrial va a requerir un cambio sistémico, integrado con desarrollo sustentable, Dicho cambio requeriría la ampliación y aceleración de la implementación de la mitigación climática de largo alcance, multinivel e intersectorial y el abordaje de las barreras.

El mismo IPCC (panel internacional del cambio climático) recomienda una respuesta rápida y de gran alcance requerida para mantener el calentamiento por debajo de 1.5 ° C. Mejorar la capacidad de adaptación a los riesgos climáticos requeriría grandes aumentos de las inversiones en infraestructura y edificios de bajas emisiones, junto con una redirección de los flujos financieros hacia inversiones de bajas emisiones. Entre 2016 y 2035 se indica una inversión incremental anual promedio estimada de alrededor del 1.5% de la formación bruta de capital fijo bruto (FBCF) para el sector energético, así como alrededor del 2.5% del FBCF global para otra infraestructura de desarrollo que también podría abordar la implementación de los ODS(objetivos de desarrollo sostenible). Aunque el diseño de políticas de calidad y la implementación efectiva pueden mejorar la eficiencia, no pueden sustituir completamente estas inversiones.

Vista la urgencia que representa para nuestro país esta problemática y los ingentes recursos que se deben orientar para las soluciones nos vemos ante la disyuntiva de accionar y dejar que los políticos administren esos recursos, conociendo que nuestro país obtuvo 30/100 en el índice de percepción de la corrupción de transparencia internacional en el 2018, o en cambio quedarnos de brazos cruzados ante los incentivos planteados que limitan o hacen poco atractivo para emprender actividades individuales o esfuerzos colectivos para orientar las infraestructuras hacia un esquema más sostenible y que respete el medio ambiente.

Afortunadamente existe una tercera vía en donde evitamos que sean los políticos según sus intereses los que dirijan los planes y los presupuestos al mismo tiempo que la iniciativa empresarial toma las riendas sobre un tema tan importante como el cambio climático, en una próxima entrega explicaremos cuales son estos mecanismos que se encuentran vigentes y la alternativa que nosotros le planteamos a la sociedad dominicana como solución expedita, eficiente y descentralizada para enfrentar el cambio climático.

#mercadoverde #serie #primeraentrega